sábado, 19 de marzo de 2011

La gracia y el amor divinos me llenan de paz



Dondequiera que estoy, está Dios. Estas palabras afirman la gracia y el amor divinos. Ellas proveen la seguridad de la presencia eterna de Dios y son una oración efectiva en cualquier momento que necesite sentir paz interna.
En este estado bendecido de sosiego puedo enfrentar cada día con confianza y fe. Al enfocarme en la presencia moradora de Dios, siento paz y seguridad.
Cualquier pensamiento inquietante se disipa con simplemente recordar y afirmar la verdad: Dondequiera que estoy, está Dios. Dicha afirmación me fortalece, calma mi mente y me permite abrir mi corazón a la gracia y el amor divinos. En la presencia de Dios, siento serenidad y paz.
Haré con ellos un pacto de paz;… y pondré mi santuario entre ellos para siempre. —Ezequiel 37:26
♥♥♥  BRISA DE PAZ ♥♥♥

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